#Formalicemos: la nueva campaña de la OIT para promover el trabajo registrado
El empleo formal mejora la vida de las personas: reconoce sus derechos y genera oportunidades de crecimiento. También beneficia a las empresas que lo promueven. Argentina suma esfuerzos para fomentar la transición hacia la formalidad.Sabrina es empleada doméstica. Trabaja en cinco hogares, pero solo está registrada en dos. No se trata de un caso aislado. En Argentina, solo el 20 por ciento de las trabajadoras de casas particulares, que son más de 1.2 millones, posee un empleo formal. Como les sucede a ellas, todas las personas que están en la informalidad trabajan en malas condiciones, con salarios bajos y largas jornadas, sin acceso al sistema de protección social, entre más privaciones.
En este escenario, la Oficina de País de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la Argentina lanzó “#Formalicemos”, una campaña de sensibilización pública para concientizar sobre la necesidad de promover el empleo registrado como condición fundamental para el trabajo decente. La campaña fue elaborada sobre la base de testimonios reales que dan cuenta del impacto positivo de las oportunidades laborales formales, tanto en la vida cotidiana como en el crecimiento de los negocios.
Además del servicio doméstico, la economía informal tiene peso en otros sectores del país, como la construcción, la agricultura y ganadería, la industria textil, el turismo y la gastronomía. El 45 por ciento de las y los trabajadores de Argentina son informales, lo que significa que más de 8 millones de personas están ocupadas, pero en condiciones de vulnerabilidad. Las historias escogidas para la campaña #Formalicemos permiten abordar la realidad de personas trabajadoras de diferentes sectores, como la economía del cuidado, la industria textil y la industria tecnológica.
“Las historias de quienes accedieron a empleos registrados o las personas que promovieron esos puestos demuestran que las ventajas son colectivas. El trabajo formal beneficia tanto a quien se emplea como a quien contrata”, explicó Bárbara Perrot, especialista en empleo y desarrollo productivo de la OIT Argentina.
De acuerdo con Perrot, los esfuerzos articulados del gobierno, el sector empleador y los sindicatos ponen de manifiesto que “existe un compromiso claro para prevenir y reducir la informalidad mediante políticas públicas”. En esa línea, la especialista consideró: “Para lograr trabajo decente y construir un mundo más justo, inclusivo y sostenible, es fundamental que desde el diálogo social se impulse la transición hacia el empleo formal, con apoyo a las empresas para fortalecer su capacidad de crear fuentes de trabajo registradas y con apoyo a las trabajadoras y los trabajadores mediante políticas de formación”.
La campaña #Formalicemos fue desarrollada en línea con la Recomendación sobre la transición de la economía informal a la economía formal (núm. 204) , adoptada en 2015 en el marco de la 104ª Conferencia Internacional del Trabajo. Esta norma plantea orientaciones para facilitar la transición de las y los trabajadores y las unidades económicas desde la economía informal a la economía formal, respetando los derechos fundamentales de las personas que trabajan y garantizando oportunidades de seguridad de los ingresos, medios de sustento y emprendimiento.